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Gobernanza metropolitana de Montevideo: Tiempo de oportunidades

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  • 17 de Septiembre de 2021
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El 16 de setiembre realizamos el primer panel de intercambio del Observatorio Montevideo al futuro, abordando la Gobernanza Metropolitana. Del mismo, surgieron aportes que marcan la pertinencia de relanzar la discusión metropolitana en Montevideo, en el diseño institucional y contenido de las políticas y sus interacciones, considerando aspectos como la problematización de los metropolitano como objeto y sujeto de políticas, la escala de la participación ciudadana en ese contexto y el rol del tercer nivel de gobierno en una articulación que había sido planteada históricamente solamente entre departamentos y gobierno nacional; la rigidez o adaptabilidad de los ámbitos de cooperación, intercambio y construcción conjunta de políticas territoriales entre diferentes divisiones administrativas, la captación de recursos y su distribución. Y, especialmente, una valoración de antecedentes de articulación y geografía regulatoria en el país que permitiría avanzar hoy mismo en acuerdos que redunden en una mejor gobernanza metropolitana. En el evento, contamos con la presencia de la Intendenta de San José, Ana Bentaberri, la Alcaldesa del Municipio B de Montevideo, Silvana Pissano, el catedrático de la Universidad ORT y director de la Consultora Estrategias Urbanas, Federico Bervejillo y la integrante de la Agencia Provincial de Ordenamiento Territorial de la Provincia de Mendoza (Argentina) y docente de la Universidad Nacional de Cuyo, Nadia Rapalí. La Intendenta de San José, Cra. Ana Bentaberri, destacó el planteo de la interrogante sobre si es necesaria y cómo una nueva gobernanza metropolitana, de tener un espacio para el intercambio. Refirió a que desde la gestión departamental se observan urgencias y necesidades que muchas veces priorizan una visión hacia adentro del departamento, dificultando el posicionamiento de la agenda de cooperación entre territorios de diferentes jurisdicciones, que muchas veces también revela oportunidades de desarrollo. Destacó que la propuesta de Agenda Metropolitana, desde 2007, ha logrado avances en la cooperación en transporte y lo ambiente, particularmente en la cuenca del río Santa Lucía. Y cómo la propia dinámica del desarrollo metropolitano en San José ha dado lugar a inversiones públicas significativas en infraestructura y servicios en Ciudad del Plata, la implantación de emprendimientos industriales, y un reconocimiento de sus dinámicas y expectativas de desarrollo propias, más allá de su surgimiento como “ciudad dormitorio”; una apuesta a la mejora de calidad de vida y al desarrollo sostenible y con equidad. La Alcaldesa del Municipio B, Arq. Silvana Pissano, mencionó en primer término la importancia de situar la discusión de la gobernanza metropolitana desde su “legitimidad política” por las implicancias que lleva, la posible creación de ámbitos intermedios de gobierno, al redefinir espacios de poder y practicas culturales; y cómo interpela la noción de qué implica un buen gobierno y sus vínculos con la superación de inequidades, de poner intereses colectivos por encima de los individuales y ensanchar la democracia, abrir a la pluralidad y a los actores en el territorio, de negociar y articular en busca de consensos. Una estructura metropolitana con lógicas horizontales, comunitarias y de diálogo. También planteó la interrogante sobre los vínculos entre las formas de gobernar y objetivos; entre institucionalidad y lo programático; así como la necesidad de un reconocimiento de las dinámicas socio-territoriales metropolitanas que construyen agenda, incluyendo la competencia y cooperación dentro de la captación de recursos por los territorios, las figuras regulatorias de estímulos o excepciones (zonas francas, barrios privados), las luchas y conflictos emergentes en lo ambiental, tanto desde la sostenibilidad como desde la soberanía alimentaria; así como las estrategias de políticas habitacionales y su oscilación entre densificación y consolidación de áreas centrales y el avance hacia periferias desestructuradas que consumen suelo productivo. Estas consideraciones enfatizaron en la importancia de discutir no solo las figuras de acuerdos metropolitanos, también objetivos y políticas en el territorio que muchas veces transitan por caminos contrapuestos en sus estrategias de desarrollo. El Arq. Federico Bervejillo destacó la pluralidad de acuerdos, rígidos o blandos que implica la gobernanza metropolitana. Un espacio abierto en el cual es importante avanzar en la calidad de los procesos y resultados; y que lo que puede aglutinar a los diferentes actores es tener una noción compartida del desarrollo sostenible, con su equilibrio entre las dimensiones social, económica y ambiental; cuyas derivaciones en la gestión pasan por acuerdos en términos políticos. Refirió a cinco ejes de ajustes de cooperación formales e informales para tener una mejor gobernanza metropolitana: 1) articulación y participación ciudadana y de colectivos en los temas metropolitanos desde lo programático y no como cuestiones reactivas a conflictos o situaciones puntuales; 2) todo avance de gobernanza metropolitana requiere aumento de capacidad de conducción política amplio, de construcción de liderazgos metropolitanos, como elemento movilizador; 3) la importancia de construir lo metropolitano como objeto de conocimiento, en lo ambiental, lo tecnológico y la dimensión de la cultura ciudadana: si la gente no tiene un mapa mental metropolitano es muy difícil que pueda incorporarse a un proceso de participación y gobernanza metropolitana; 4) la planificación colaborativa, debería ser capaz de “salirse de las cajas” sectoriales y espaciales; mediante contemplar mutuamente la globalidad e interacciones; 5) financiamiento y gestión: tener la capacidad de hacer cosas que demuestran que lo hecho en escala metropolitana es mejor que lo que se puede realizar desde las “cajas”; generar mecanismos de gestión coordinada que demuestren en la práctica que vale la pena la gestión en clave metropolitana. Finalmente refirió a que la baja complejidad institucional uruguaya habilita el diseño de opciones de coordinación metropolitana que no desborden los marcos vigentes; a ser cuidadoso en el diseño de dispositivos rígidos multiactorales, que podrían envejecer rápidamente por falta de temas. En ese sentido, planteó la figura de una Agencia Metropolitana, “no intimidatoria”, que no tenga como punto de partida disputar poder, sino creadora de poder blando, que se proponga influir a partir de mecanismos que no son capacidades normativas vinculantes pero pueden incluir el manejo de estímulos o incentivos: por ejemplo a proyectos colaborativos “fuera de la caja”; o en la producción de conocimiento. Una agenda animadora de instancias de participación blanda, donde la gente se apropie de los temas metropolitanos. Hay condiciones y se podría poner en marcha hoy mismo; y su presupuesto podría venir de los gobiernos departamentales y nacional. La Geógrafa Nadia Rapalí hizo un recorrido sobre el proceso de planificación territorial en la provincia de Mendoza, vinculado a la sanción de la Ley Provincial de Ordenamiento Territorial (2009), un marco pionero y de avanzada dentro de la República Argentina y sus vínculos con el territorio del Gran Mendoza, un área metropolitana donde viven 1,5 millones de habitantes. Allí mencionó que la reciente discusión del Plan Provincial de Ordenamiento Territorial derivó en que uno de sus programas de implementación sea la gestión integrada del área metropolitana de Mendoza, dando lugar al “Unicipio”, un consejo de articulación metropolitana, integrado por los municipios de la zona metropolitana y vinculado a la Agencia Provincial de Ordenamiento Territorial. También destacó cómo la agenda está estructurada por procesos derivados de la especificidad y geografía local: el avance urbanizador sobre periurbanos productivos y el piedemonte, además de la condición oasis irrigado de la ciudad, lo cual hace de la gestión del recurso hídrico un elemento central del ordenamiento ambiental del territorio. Este planteo lo resumió en cuatro desafíos para la gestión metropolitana en Mendoza que aportan a la discusión en general: 1) Institucionalizar otras formas de participación ciudadana en los procesos planificadores: no solo talleres o audiencias públicas (ciudadanía digital, etc) Reforzar otros instrumentos participativos. 2) Tener un Estado abierto y transparente con voluntad de una mayor interacción con los ciudadanos 3) Diagnosticar los problemas a escala metropolitana como unidad territorial y no solo desde la división administrativa. 4) Tener un diagnóstico tanto técnico como político para generar acuerdos con problemas que exceden la escala municipal Respecto al documento presentado por el Observatorio Metropolitano del CED, planteó la importancia de un analizar un nuevo diseño institucional de los acuerdos de políticas territoriales entre los departamentos de Montevideo, Canelones y San José y sus municipios, problematizando en la definición de las competencias, recursos, institucionalidad y territorio, de los diferentes posibles acuerdos en aspectos específicos o temáticas generales de transporte y movilidad, agua y saneamiento, residuos sólidos urbanos, espacios públicos, vivienda e integración socio-territorial. Las experiencias contemporáneas en la región muestran que no es tarde para implementar figuras robustas de cooperación interjurisdiccional metropolitana y que de los avances con impulsos y frenos y de tipo voluntarista de los últimos años, sean una plataforma para impulsar dinámicas que aporten a más oportunidades, bienestar e integración social, competitividad y sostenibilidad del