Hernán
BonillaPresidente y fundador
Hay que bajar impuestos
28/02/2023
En las últimas semanas se viene discutiendo bastante sobre la rebaja tributaria que anunciará el presidente de la República el próximo 2 de marzo, por lo que vale la pena pasar un poco en limpio el asunto. En primer lugar, Uruguay es un país con una carga tributaria muy elevada. Lo dijo Astori en el período pasado, lo verifica el BID que pone a Uruguay como el país con mayor presión fiscal de América Latina después de Cuba y nuestra carga impositiva es mayor a la de países comparables en términos de desarrollo relativo. En segundo lugar, la trayectoria de incremento de la presión fiscal en que veníamos en los últimos tres lustros era francamente insostenible. El brutal incremento del gasto público llevó a una suba feroz de la presión fiscal y, también, al aumento del déficit fiscal y del endeudamiento. Afortunadamente, desde 2020 y a pesar de la pandemia, el nuevo gobierno instrumentó una regla fiscal que se ha cumplido y que luego del golpe de la pandemia ha llevado a que el déficit fiscal disminuya y la relación deuda sobre producto haya comenzado a disminuir levente. Por eso Uruguay tiene el menor riesgo país de su historia y paga medio punto menos del producto en intereses de deuda, lo que permite volcar más recursos para educación, seguridad, etc. En tercer lugar, se ha discutido esta medida en términos de equidad, lo que es esencialmente injusto. El actual gobierno ha aumentado las transferencias sociales y, en especial, las destinadas a la primera infancia, con ejemplos concretos como el Bono Crianza. Está archidemostrado que la mejor forma de instrumentar políticas de justicia social es a través del gasto y no del sistema tributario, por lo que muchas veces terminamos en una discusión absurda cuando ya se ha priorizado con otros instrumentos a los sectores vulnerables y a los niños. En cuarto lugar, estamos ante una disyuntiva de política económica fundamental. ¿Queremos un país dónde el gasto público crezca sin medida y cada vez paguemos más impuestos o queremos un gasto controlado que permita que más recursos queden en los bolsillos de los uruguayos? Hasta hace poco seguíamos claramente la primera alternativa, la medida que llevará adelante el gobierno de reducción tributaria marca un claro quiebre con el modelo anterior. Si buscamos diferencias entre distintos “modelos” este aspecto es uno de los fundamentales. En quinto lugar, se ha utilizado para criticar a la conducción económica la última comunicación del Consejo Fiscal Asesor, lo que es absurdo. Este consejo fue creado por la Ley de Urgencia como parte de la nueva institucionalidad fiscal, hizo una valoración positiva de su cumplimiento en los últimos tres años y realiza recomendaciones. Que un consejo independiente integrados por especialistas de primer nivel vele por el cumplimiento de los compromisos fiscales es una fortaleza de la conducción actual, no una debilidad. Finalmente, la Ministra Azucena Arbeleche y su equipo se han ganado en la cancha la confianza como para poder plantear que la baja de impuestos que se anunciará el 2 de marzo será compatible con una trayectoria fiscal sostenible. No es que está prometiendo que va a cumplir, lleva tres años cumpliendo sus metas y proyecciones. Uruguay necesita que bajen los impuestos. Enhorabuena que por primera vez en mucho tiempo se trata a los contribuyentes con consideración y respeto.