Es difícil no hablar de Argentina. La avanzada de Milei no deja indiferente a nadie. Son muchas las aristas para analizar. En estas líneas quisiera enfatizar en lo descentrada que estaba la discusión política argentina y como “el éxito” Milei lo deja en evidencia. Lo primero que salta a la vista es la locura que fue el trato y calificativos recibidos por Mauricio Macri y “Cambiemos” en los últimos años. Por sus adversarios, pero también por buena parte de los medios y líderes de opinión. El espacio político abierto por Milei evidencia lo lejos que estuvo Macri de cualquier extremismo, más aún el Macri 2015-2019, bastante más centrista que el actual “Macri basura vos sos la dictadura” fue una consigna que popularizó el kirchnerismo y que representa la versión extrema de esto. Pero la idea de que se gobernó en base a “ajustes salvajes” y a un criterio “represivo” estuvo presente en muchos medios y líderes “independientes” de opinión. Es sencillamente una tontería la idea de que el gobierno de Macri “fue ultra” en cualquier sentido. El problema de decirle extremista a cualquier cosa es que algún día podemos realmente necesitar de esos calificativos y encontrarlos banalizados. Macri es un líder de centro derecha típico, para algunos conservador, para otros liberal; pero solo puede ser visto como extremista en una sociedad con el sentido común “muy corrido”. En la difícil tarea de etiquetar a los candidatos, personalmente, tampoco diría que Javier Milei es “fascista” o de “extrema derecha”; más bien adhiero a Andrés Malamud y su idea de calificarlo como un populista de derecha. Su propuesta plantea soluciones simplistas a problemas complejos y plantea dicotomías de buenos malos propias de populistas. Claro que preferiría verlo lejos de Casa Rosada, no me gusta casi nada de lo que representa. Pero lo que no me entra en la cabeza, de gente inteligente, es horrorizarse con Milei sin decir una coma del populismo que gobernó Argentina 16 de los últimos 20 años. Cualquier análisis comparativo de propuestas políticas mostraría lo obvio, hasta la aparición de Milei, los únicos extremistas relevantes en Argentina fueron la izquierda kirchnerista. ¿Cómo le llamamos a la propuesta económi- ca, al sentido común económico del kirchnerismo? ¿No le cabe la categoría de extremistas o populista? Además de la inviable agenda económica son los mismos que confiscaron ahorros previsionales y destruyeron las estadísticas públicas, entre otros avances contra las instituciones. No creo se pueda hablar seriamente de extremismo o populismo en Argentina sin mencionar, al menos como nota al margen, al kirchnerismo. Como comentaba un amigo hace unos días, esto es como la fábula del niño y el lobo. Tanto señalaron y denunciaron lobos inexistentes que cuando realmente necesitamos algunos conceptos ya están bastante banalizados. En los últimos 20 años los únicos extremistas relevantes son los que dominaron la agenda política. Los que dividieron la sociedad, destruyeron las estadísticas, elevaron 20 puntos el gasto público y volvieron inviable la economía argentina. Hoy ciertamente aparece con buenas posibilidades otro líder populista, esta vez de derecha. Hacemos bien en preocuparnos, ojalá a todos nos hubiera llegado antes esta angustia por el populismo.