Agustín
IturraldeDirector Ejecutivo
¿Qué esperar de Argentina?
08/09/2023
La respuesta corta es muy poco. No debemos esperar buenas noticias al menos en los próximos seis meses. El resultado electoral de las PASO solo aumentó la incertidumbre, es muy poco claro qué tipo de gobierno tendremos de vecino y ninguna alternativa es descartable. La poca certeza que tenemos es que en lo que queda de este año el vínculo económico actual con Argentina se mantendrá y agudizará. Esto tiene implicancias positivas y negativas para los uruguayos. Las implicancias buenas, bastante menos comentadas, es el efecto riqueza que el empobrecimiento y abaratamiento de nuestro vecino tiene sobre nuestra sociedad. Los uruguayos, cuando cruzamos el río, vemos cómo se expande nuestra capacidad de consumo. Esto lo saben bien compatriotas del litoral que pasan por el puente semanalmente. También es especialmente tangible en sectores populares uruguayos que están accediendo, a veces por primera vez, a la posibilidad de visitar Argentina y consumir un nivel de recreación y ocio al que no estaban habituados. Las consecuencias para mal son bastante más obvias y comentadas. Los comerciantes formales de nuestro país se ven sometidos a una competencia imposible frente a una economía vecina totalmente distorsionada, en la que el régimen cambiario genera que los uruguayos visitemos Argentina subsidia-dos. Desde el CED estimamos que este año los uruguayos gastaremos más de USD 1200 millones de dólares en Argentina. A lo que hay que sumarle los argentinos de menos que nos visitarán. Esto además de un golpazo para diversos sectores lo es también para la recaudación del Estado uruguayo, que ve cómo se deterioran las cuentas públicas. Luego de estos meses de agonía hasta el cambio de gobierno la incertidumbre es mayor pero cobra peso la alternativa de cierta “normalización” del vínculo con nuestro vecino. El 10 de diciembre asumirá un nuevo gobierno que deberá intentar volver a tener una economía más “normal”. Esta vez no habrá atajos ni gradualismos posibles, el comienzo del nuevo gobierno será necesariamente antipático. Unificar el tipo de cambio, equilibrar las cuentas públicas y liberar los precios será doloroso en una primera etapa, pero no hay otra alternativa. Si este ajuste se diera, y fuera sostenible políticamente, podemos tener alguna esperanza sobre el desempeño económico allende el Plata en los próximos años. Quedan varias preguntas, la más taquillera es ¿qué pasa de este lado del río si se dolarizan? Difícil que ocurra en una primera etapa, pero asumiendo que lo logran, diría que una Argentina dolarizada sería un vecino más estable en materia de precios pero más expuesto a los shocks internacionales y más propenso a “encarecerse” y tener “atraso cambiario”. La dolarización no parece que vaya a solucionar ningún problema estructural pero tampoco causará ninguna catástrofe. Por suerte no tengo que apostar sobre qué pasará en Argentina, pero si tuviera que hacerlo diría que vienen meses muy complicados al cierre de este gobierno y comienzo del próximo. Pero que pasado esto, es posible que Argentina vuelva a crecer con fuerza desde sus cenizas durante un período relevante. Si eso ocurriera podríamos volver a tener un vínculo más normal. Claro que faltarán varios años para que la clase media porteña vuelva a desbordar Maldonado y la Costa de Oro, pero que Argentina deje de ser absurdamente barata para nosotros ya sería un gran cambio.