Agustín
IturraldeDirector Ejecutivo
Buscando el optimismo
17/11/2023
Cuesta mucho ser optimista sobre lo que se viene allende el Plata. Las opciones entre las que está obligado a decidir el pueblo argentino este domingo son simplemente malas. Pasé de profesar un relativo optimismo sobre la rapidez con la que la economía vecina podía recuperarse, a creer que falta mucho para que algo de normalidad económica pueda generar mínimos incentivos que hagan más viable producir y comerciar. Sin embargo, en estos párrafos trataré de imaginar en qué escenarios les puede ir bien a estos malos candidatos. Analicemos primero el caso de Sergio Massa. Los motivos para el pesimismo parecen obvios pero repasemos. Él es parte de un espacio político que, como escuché estos días, es “terraplanista” en temas económicos. Dicen y hacen consistentemente cosas que todos sabemos no funcionan, las políticas económicas del kirchnerismo han destruido riqueza como pocas cosas en la historia argentina. Pero vayamos más a lo personal, durante la gestión de Sergio Massa como ministro de Economía todas las variables han empeorado consistentemente: la inflación es mayor y la gente es más pobre. Pero además de su gestión, su discurso económico de campaña ha sido absolutamente inconsistente, habla de generar equilibrios fiscales y superávits comerciales pero promete no tocar ni un solo peso de subsidios, aumentando las jubilaciones, bajar impuestos y nuevos programas que implican gastos. Una alquimia económica absurda. ¿Cómo podría no ser tan malo un gobierno de Massa? Básicamente si incumple casi todo lo que está planteando. No sería la primera vez que Massa gira 180 grados, ni la primera que un gobierno peronista cambia el libreto luego de ganar. Es difícil estar seguro de cuáles son las convicciones de Sergio Massa, si es que las tiene, pero es probable que él tenga un entendimiento de la economía mucho más racional que el kirchnerismo duro. La estrategia de sobrevivir día a día echando mano a lo que sea no parece un buen camino. ¿Puede haber un Massa dispuesto a olvidar todos los disparates hechos y dichos y de pagar el costo de hacer un enorme ajuste el primer año? ¿Es Massa capaz de convencer de que tiene una idea consistente de cómo ordenar las cuentas, corregir precios relativos y salir (o relajar) el cepo cambiario? El pesimismo sobre Milei no es por sus ideas, que algunas están bien y otras muy mal. El problema mayor es el poco y mal entorno, y que parece improbable que tenga las aptitudes personales para lidiar con éxito en el sillón de Rivadavia. El nivel de simplismo con el que plantea el abordaje de casi todos los temas se dará de bruces con la realidad. ¿Cómo ser optimista en este caso? Lo mejor que le puede pasar a un gobierno de Milei es ser cooptado “por la casta”. Un gobierno en el que actores de primer nivel de Juntos por el Cambio tengan roles claves y marginen “a los dementes”. Hay pocas dudas de que, gane quien gane el domingo, Argentina empeorará antes de mejorar. Habrá más inflación, pobreza y diferencia cambiaria con Uruguay, al menos por un tiempo. Las opciones en disputa son malas, en mi opinión a Massa y a Milei solo les puede ir bien si renuncian a buena parte de las cosas en las que basan sus campañas.