Agustín
IturraldeDirector Ejecutivo
No somos tan importantes
22/07/2022
Esta semana volvió al centro del debate la inserción internacional, fue a partir del anunció la conclusión del estudio de pre factibilidad para un TLC con China. Muchas cosas interesantes se escucharon al respecto, personalmente entiendo que hay un error persistente en varios actores del debate público: no somos tan importantes. Un pecado recurrente, cuando se discute inserción internacional, es creer que desde Uruguay podemos incidir en cosas que están por fuera de nuestro alcance. Todos tenemos un modelo de inserción internacional ideal, pero la realidad es mucho más restringida y nuestra capacidad de definir lo que hacen otros es muy baja. Lo más relevante es resolver qué podemos hacer nosotros asumiendo que los otros son lo que son, y sin quejarnos. La versión más tradicional de este romanticismo para discutir relaciones internacionales es sostener que hay que convencer a los socios del Mercosur. El martes, en una tertulia radial en la que participo, se insistió en que cualquier acuerdo debe hacerse desde el MERCOSUR, y nuestro rol es incidir para que el bloque lo acepte. No seamos ingenuos, el MERCOSUR no es una cooperativa de iguales, es lo que Brasil quiere que sea. Ojalá pronto sea un bloque más abierto hacia afuera y generoso hacia adentro, pero mientras tanto nuestro deber es asumir la realidad y defender el interés nacional. Una versión algo más sofisticada, y más de moda estos días, es sobrestimar las alternativas de acuerdos comerciales de nuestro país. Uruguay no tiene una gran variedad de potencias económicas esperando para hacer un acuerdo. Somos un mercado minúsculo y a la hora de negociar los países suelen tener otras prioridades. A eso se le suma los impulsos proteccionistas que volvieron al primer mundo en años recientes. No es nada fácil para un país como el nuestro conseguir un mercado relevante interesado en avanzar, con celeridad, en un acuerdo con Uruguay. Claro que sería mejor cerrar el acuerdo MERCOSUR con la UE, y otro con EEUU antes de avanzar en un TLC con China, suscribo totalmente. Pero eso no está en la mesa hoy, y nada bueno sale de desconocer la realidad. Cuidado con las discusiones bizantinas, necesitamos con urgencia avanzar en la apertura comercial y una parte de eso es un mejor acceso a mercados. Esta semana se presentó el libro de Victoria Martini, Magister en Comercio Internacional, titulado “Apertura, Comercio e Innovación Como Motores de Desarrollo de Uruguay”. Se trata de un excelente aporte para la discusión pública. Va más allá de lo obvio y escapa a la mirada mercantilista tan persistente. La autora muestra que un país más abierto no solo ahorra aranceles y es más barato, también tiene empresas más innovadoras y productivas. En este tema, como en pocos, hay una línea general que es política de Estado. Si bien hay una mayor celeridad, no parece haber diferencias sustanciales en el rumbo de la política comercial de este gobierno con el anterior. Parece claro que la disputa partidaria debería no exagerar sus discrepancias. Además, creo yo que todos, debemos dejar de discutir escenarios idílicos, entender lo restringidas de nuestras alternativas y trabajar en función de ellas.