Hernán
BonillaPresidente y fundador
Acuerdos y diferencias
14/05/2024
Estamos a menos de dos meses de las elecciones internas de los partidos políticos, aunque la inmensa mayoría de la población no parece estar muy pendiente del asunto. Como suele suceder, es probable que recién sobre la recta final los uruguayos comiencen a prestarle atención al asunto, interesarse por qué es lo que se vota y, algo menos de la mitad de los habilitados, concurrirá a las urnas. Más allá de algunos episodios debemos reconocer el esfuerzo de algunos candidatos por poner sobre la mesa la discusión de temas de fondo. La agenda del desarrollo está presente, así como la preocupación de cómo mejorar la competitividad de la economía y las prestaciones sociales, en varios casos con medidas concretas. En este sentido debe destacarse el programa de gobierno de Álvaro Delgado como el más completo y detallado, la innovación en varios temas con propuestas disruptivas de Laura Raffo, la inspiración liberal jorgista de las ideas de Gabriel Gurméndez, las iniciativas sobre desarrollo de Robert Silva, las propuestas sobre seguridad de Andrés Ojeda, el debate sobre la jornada de trabajo que propone Tabaré Viera, el habitual énfasis programático del Partido Independiente y las iniciativas concretas sobre temas de convivencia presentadas por Carolina Cosse. Más allá de coincidencias y discrepancias con cada una de las propuestas, es bueno apreciar que para quien quiera debatir ideas la opción está disponible a un click de distancia en la web de los candidatos. A vuelo de pájaro pueden apreciarse algunas iniciativas próximas al consenso, otras que recogen una mayoría y otras en que existen importantes diferencias. Tratemos de pasar en limpio algunas de cada una de estas categorías. La creación de un Ministerio de Justicia, la priorización del combate a la pobreza infantil, cambios en materia del régimen de licencias, políticas activas de empleo o potenciar la defensa de la competencia son asuntos que reúnen consensos aunque los contenidos específicos puedan ser bastante diferentes. La creación de nuevos organismos está bastante extendida mientras su supresión aparece solo en algunos programas, lo que no es menor. Las políticas de empleo pueden ser fomentando su creación en el sector privado, como propone Raffo, o creando empleo público, como propone Cosse. La diferencia, claramente, tampoco es menor. Hay otros temas centrales como la educación o la seguridad en que aparecen coincidencias y discrepancias, pero la mayoría de las propuestas tienen claro que la mejora de la educación pasa por la extensión de los centros de horario completo o extendido en las zonas donde más se requieren y que la mejora de la seguridad pública requiere tanto prevención como represión del delito. Finalmente existen temas centrales donde las discrepancias son más abiertas, en especial el rol del Estado en la economía, que separa a los candidatos del oficialismo de los de la oposición. Las bases programáticas del Frente Amplio tienen un marcado signo estatista, con “el Estado en el corazón”, como ha expresado el politólogo Adolfo Garcé. Las propuestas de los candidatos de la Coalición tienden a confiar más en el sector privado, aunque dentro de la habitual moderación uruguaya. El eje del debate, sin embargo, continúa teniendo en términos generales un sesgo estatista donde lo cultural sigue pesando más que lo político.