Hernán
BonillaPresidente y fundador
¿Cómo vamos a crecer?
05/11/2024
Quedan solo 19 días para que volvamos a concurrir a las urnas para elegir al próximo presidente de la República. El panorama electoral y parlamentario que arrojó la primera vuelta nos pone frente a un escenario inédito; una segunda vuelta de enorme paridad y resultado incierto y un Parlamento en que ninguno de los dos bloques tendrá mayoría en las dos cámaras. Respecto a los aspectos estrictamente electorales, claramente no estamos ni en 2009 ni 2014, en que el balotaje fue nominal porque la elección ya estaba ganada por el Frente Amplio, ni en el escenario de 2019 en que la ventaja de la Coalición Republicana era abrumadora, aunque luego se estrechó. El triunfo de la Coalición ante el Frente, dados los antecedentes del comportamiento electoral hace que estemos ante un escenario muy parejo. En cuanto al escenario legislativo, la mayoría en el Senado por el Frente es relevante, pero no es lo fundamental ya que de todas formas deberá negociar la aprobación de cada proyecto en la Cámara de Diputados. Dado que es esperable que Identidad Soberana esté en contra de todo lo que provenga del oficialismo y de la oposición, será indispensable el sano ejercicio de que frentistas y coalicionistas negocien entre ellos para sacar adelante aquello que sea más relevante para el país, sea quien sea que gane. Tanto Álvaro Delgado como Yamandú Orsi han hablado de que es indispensable que Uruguay crezca a tasas más elevadas de lo que lo ha hecho en la última década y ese es un punto de partida importante. Solo creciendo sensiblemente más podremos responder a las expectativas de bienestar de nuestra población y eso es fundamental en términos de calidad de vida y en términos de estabilidad social. Para crecer más es necesario introducir una serie de reformas que no es tan evidente que se vayan a llevar adelante. Dado que de este aspecto depende todo lo demás es necesario concentrarse en algunas de las medidas que pueden mover la aguja en materia de crecimiento. En primer lugar, es necesario no incrementar la carga fiscal e, idealmente, disminuirla a partir de una disminución efectiva del gasto público, verbigracia, disminuyendo la cantidad de empleados públicos. En segundo lugar, debemos abrir la economía con acuerdos comerciales, pero también bajando aranceles, eliminando la tasa consultar, eliminando trabajas a la importación de productos de consumo masivo, abriendo la importación de alimentos como pollo, cerdo, frutas y verduras y liberando la importación de combustibles, su distribución y comercialización. En tercer lugar debemos reformar nuestra vetusta legislación laboral, incorporando realismo a las negociaciones, como tamaño de la empresa, localización y dinamismo, de forma de facilitar la siempre mentada y nunca tenida en cuenta productividad. En cuarto lugar, se debe cambiar la lógica de una burocracia pensada para trancar en una que facilite las distintas actividades. Es mejor controlar lo que se está moviendo que impedir que se avance por el excesivo celo controlador, no es razonable seguir por más tiempo con inversiones paradas porque la burocracia se demora meses o años en expedir un simple certificado. Es bueno que todos compartamos que debemos crecer más, ahora es tiempo de ser claros en cómo vamos a hacerlo.