Agustín
IturraldeDirector Ejecutivo
BCU, Scanntech y el contrabando
23/09/2022
En los últimos meses se popularizó un dato difundido por la empresa privada Scanntech sobre el consumo en nuestro país. Esta empresa, proveedora de pos, realiza un análisis de la evolución del consumo en Uruguay a partir del relevamiento de más de 1700 puntos de venta. Sin dudas se trata de información valiosa que debe ser atendida. La empresa registra una parte muy grande de las ventas de los comercios minoristas de todo el país. Este “radar de Scanntech” viene mostrando una caída muy relevante del consumo, del orden del 5% en el primer semestre del año. Sin embargo el viernes pasado se conocieron los datos oficiales de la cuentas nacionales publicadas por el Banco Central del Uruguay correspondientes al segundo trimestre del año. Los mismos indican que el consumo se mantuvo estable en dicho trimestre después de haber experimentado un aumento relevante en el primero; según el Banco Central del Uruguay el consumo privado está básicamente en los niveles prepandemia, similares a diciembre de 2019. ¿Cómo es posible esto? ¿Alguien está mintiendo? No necesariamente, más bien se trata de indicadores que miden cosas distintas. Los datos del Banco Central son la fuente oficial de información, por suerte en nuestro país tenemos información confiable y producida de forma rigurosa. Los técnicos que elaboran estos datos son los mismos en esta administración que en la anterior. No debería caberle duda a nadie que la mejor aproximación a la evolución del consumo privado en nuestro país es la que da el Banco Central del Uruguay. Sin embargo esto no implica descartar el aporte de Scanntech, por el contrario entiendo que es un elemento valioso a considerar. Pero lo que mide no es el consumo global, sino el consumo de ciertos productos en los comercios formales, y en esta palabra creo está el elemento de la discordia. Según Scann-tech, la caída del consumo que se venía verificando era más significativa en alimentos y productos de limpieza, y más profunda en el litoral del país. Parece evidente que son patrones que ajustan muy bien con el avance del contrabando que está golpeando como pocas veces en la historia. Una hipótesis que creo razonable es que el radar de Scanntech, al ser una muy buena aproximación del consumo formal, está captando el aumento de la incidencia del contrabando. Esa gran caída del consumo acusada, es en realidad una gran caída del consumo formal. No debería ser novedad para nadie la expansión del consumo en comercios informales. Ni que hablar en el litoral, pero también en cualquier feria montevideana se encuentra un puesto que sin ningún pudor vende productos brasileros y argentinos que evidentemente ingresaron por izquierda. Papel higiénico, café, mayonesa, jabón, detergente, shampoo y pasta de dientes de las mismas marcas que se venden en el comercio formal son ofrecidos por la mitad del precio, o menos. Para otro día queda la discusión de la solución al contrabando. En esta oportunidad solo quiero insistir en que en Uruguay existen fuentes de información oficiales y confiables. Reitero que esto no es una crítica a la empresa que realiza un aporte legítimo y útil. Pero sí al uso político distorsionado que muchos le dieron durante varios meses.