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Hernán
BonillaPresidente y fundador
El antisemitismo entre nosotros
23/09/2025
n las últimas semanas, no meses o años, se han acumulado una serie de hechos que deben preocuparnos profundamente. El antisemitismo en nuestro país ha cobrado fuerza rápidamente, en un fenómeno tan lamentable como global, aunque el caso uruguayo tiene características que le son propias. A partir del ataque terrorista de Hamas el 7 de octubre el siempre complejo proceso de Medio Oriente ingresó en una nueva etapa. A las agresiones y bombardeos permanentes que sufre el Estado de Israel desde siempre se sumó un hecho vandálico que llamó a la solidaridad de buena parte del mundo, pero desde el comienzo no de todo el mundo. Más allá del desenvolvimiento de los acontecimientos, lo cierto es que aún desde el mismo comienzo del conflicto el antisemitismo se expresó desembozadamente, aun cuando las víctimas fueran israelíes. En Uruguay, las reacciones fueron más lentas, pero han venido cobrando impulso. Las redes sociales muestran un incremento importante del odio hacia los judíos por el mero hecho de serlo y varias organizaciones sociales, partidos políticos y jerarcas públicos han realizado declaraciones claramente antisemitas sin que se produjeran mayores reacciones. El partido de gobierno realizó “un llamamiento a la militancia y al pueblo en general a promover y convocar acciones”, algo que no ha hecho frente a otros episodios internacionales, incluso latinoamericanos. Las declaraciones del PIT-CNT, por su parte fueron de tono y contenido mucho más explícito. A eso se suman diversas manifestaciones de actores particulares, siendo una de las más graves la de la directora del Instituto Nacional de Alimentación del MIDES que expresó en la red X “Desde el río hasta el mar” el mismo lema de los terroristas que llaman al exterminio del Estado de Israel. Que alguien que se expresa en favor de la eliminación de Israel con los mismos términos que los terroristas de Hamas, sin haber manifestado ningún arrepentimiento, siga ocupando un cargo en el gobierno a casi dos semanas de haberlo hecho provoca un gran desconcierto, una enorme indignación y, finalmente, una honda preocupación. ¿El ministro de Desarrollo Social y el presidente de la República avalan lo expresado por la directora? Hasta el momento, callan y otorgan. Los ataques a organizaciones judías, la profanación de cementerios, los intentos de bloqueos de exportaciones a Israel y el escrache contra la escuela Integral Hebreo Uruguaya marcan una pauta que no puede dejarse pasar por alto y está alentada por las manifestaciones de creciente hostilidad. Más allá de las opiniones que se puedan tener sobre el conflicto entre Medio Oriente, entre las que las críticas al gobierno de Israel son perfectamente válidas, aquí estamos ante un asunto completamente diferente. Manifestarse violentamente con escraches ante escuelas dónde estudian niños judíos es sencillamente aberrante y condenable y que esa condena no sea lo clara que debe ser nos cuestiona profundamente. Existen en nuestro país personas que piensan que el Estado de Israel debe ser eliminado y que amedrentar a niños judíos uruguayos es legítimo. Y otros tantos, con su silencio e inacción, están siendo cómplices. Es tiempo de reaccionar ahora contra esta barbarie con fuerza y contundencia, antes de que sea tarde.