Aunque parece difícil, cada día que nos acercamos al 27 de marzo el nivel de la discusión política se degrada un poquito más. Estuve tentado de escribir otra columna moralista sobre la calidad del debate, pero me decanté por simplemente intentar echar algo de luz sobre algunas de las confusiones. Mucho y de muy mala calidad se ha dicho y escrito sobre los combustibles y el impacto de la LUC en sus precios. ¿Qué tiene que ver el famoso artículo 135 con esto? Francamente muy poco. Lo primero es establecer algunas cosas que parecen políticas de Estado en este tema, asuntos donde básicamente no hay cambios: i) los combustibles en Uruguay son caros en casi cualquier comparación, ii) los aumentos de precios se deben casi exclusivamente al aumento del petróleo medido en pesos uruguayos; iii) los gobiernos suelen intentar amortiguar los picos del precios de petróleo, no trasladando la totalidad del aumento del petróleo cuando este es muy marcado. Pero uno de los problemas es que el precio del combustible no fue flexible a la baja. En períodos que el petróleo bajó sostenidamente eso no se correspondió con bajas de los precios de los combustibles similares. Ayer publicamos un informe sobre este tema desde el Centro de Estudios para el Desarrollo, identificamos y cuantificamos los sobreprecios que la ciudadanía pagó en materia de combustibles. Entre 2015 y 2019 el sobreprecio de los combustibles representó USD 1780 millones, la mayor parte correspondiente al gasoil. En este período claramente los menores precios del petróleo no tuvieron un correlato razonable con menores precios de “la nafta”. En el primer año de este gobierno (2020), la situación fue similar pero en montos menores, el sobreprecio pa-go por los uruguayos fue de USD 186 millones. Sin embargo en 2021 el petróleo aumentó con fuerza y los precios de los combustibles lo hicieron en menor medida, de hecho el año pasado se dio lo inverso, los precios de los combustibles estuvieron subsidiados por USD 105 millones. Es evidente que la LUC no tiene nada que ver con los sobreprecios, de hecho desde que está vigente los precios están por debajo de los costos. La explicación verdadera es sencilla y aburrida: subió el petróleo a casi el triple en un año. El artículo 135 de la LUC lo único que hace es crear un momento mensual de discusión del precio de los combustibles a partir de la recomendación de la Ursea. El espíritu con que todos los partidos votaron esto fue evitar que se “hiciera caja” con los combustibles. Es evidente que la implementación de esta regla está teniendo problemas. Personalmente creo que el mecanismo requiere algunos ajustes y que no aborda el fondo del problema: tenemos combustibles estructuralmente caros en Uruguay. Pero mirando con honestidad la regla y el resto del mundo se hace evidente que no es la causa de las subas de la nafta. Es un tema difícil y sensible. Entiendo que la gente se enoje, y que resulte difícil de entender cuál es la verdadera causa. Pero si aún tiene dudas mi sugerencia es simple, entre a google y ponga en el buscador: “aumento combustible” y agregue el nombre del país del mundo que quiera. No creo que la LUC tenga tanto poder.