Columnas de Opinión

Diario El País Uruguay

Agustín
Iturralde

Director Ejecutivo

Hay que elegir

26/05/2022

Por segundo año consecutivo ni un solo equipo uruguayo clasificó a la segunda fase de la Copa Libertadores de América. La competencia de élite internacional cada vez parece quedar más lejos. En los 80s salíamos campeones, luego ya no pero pasabamos de fase casi religiosamente, ahora ni eso. ¿Por qué estamos cada vez más lejos? Un futbolista argentino, que pasó por Nacional, dijo a poco de irse que en Uruguay el fútbol está 50 años atrás. Nos golpeó la autoestima nacional en un asunto crítico, pero parece claro que a golpes venimos entendiendo el punto de Claudio Jacob. El fútbol profesional evoluciona en el mundo a un ritmo que en Uruguay no estamos siguiendo. Los diagnósticos pueden ser muchos, yo en particular creo en uno. Al fútbol, como a muchos otros instrumentos de la vida económica y social del Uruguay, le pedimos muchos objetivos. ¿De verdad queremos un fútbol profesional y competitivo a nivel internacional, o queremos la fiesta popular en todos los barrios? ¿Queremos canchas e instalaciones de primer nivel, o priorizamos seguir jugando donde siempre? ¿Queremos equipos gestionados profesionalmente, o no queremos dejar a nadie afuera y vamos a dar un salvavidas a los que tengan problemas? ¿Queremos que la plata del fútbol se divida entre menos y tener equipos más fuertes, o queremos que todos puedan seguir jugando “profesionalmente”? En la vida hay que elegir, no se puede tener todo. Sino la realidad elige por nosotros hundiéndonos en la mediocridad. Creo que esto que vive el fútbol corre para muchas otras cosas que atraviesa nuestro país. ¿Queremos ser un país desarrollado? ¿Estamos dispuestos a soltar algunas cosas tal como las conocemos para llegar ahí? Nadie puede creer que la drástica reforma educativa necesaria nos va a dejar a todos contentos, hay que optar y muchas cosas no van a seguir siendo como fueron. No se puede querer dar vuelta los vergonzosos niveles de finalización media pero querer preservar todas las asignaturas como las conocimos. Lo mismo vale para la seguridad social. No queremos trabajar más, ni que nos descuenten más plata ni que bajen las jubilaciones. Bueno, toca elegir o la realidad lo hará de forma implacable. No hay caminos simples y lindos al éxito que no conlleven alguna renuncia o dolor. No se puede pretender conservar todo como lo conocemos pero al mismo tiempo aspirar a dar un salto de calidad. Quien prometa algo así miente o es un ignorante. Hay una buena noticia: Uruguay ya supo elegir entre opciones difíciles. Dejar atrás el país mega regulado y proteccionista del modelo sustitutivo de importaciones no fue lindo. Claro que abrirnos al mundo nos permitió crecer más y bajar la pobreza en el mediano y largo plazo, pero no todo fueron risas: muchas industrias cerraron y mucha gente tuvo que cambiar su empleo. El Uruguay post dictadura optó (muchos cambios habían comenzado antes), decidió un camino con dolores de corto plazo pero que era el único posible para abandonar la decadencia. Ojalá podamos entender que avanzar implica tomar decisiones difíciles y dejar atrás cosas tal como las conocemos. De otra forma nos quedaremos condenados a la medianía o a una lenta decadencia: en la sociedad, en la economía y en el fútbol.