Columnas de Opinión

Diario El País Uruguay

Hernán
Bonilla

Presidente y fundador

Apuntes sobre la coyuntura

22/08/2023

La semana pasada se realizó el clásico desayuno de análisis de coyuntura del Centro de Estudios para el Desarrollo, en que Agustín Iturralde presentó un detallado examen de la situación de la economía uruguaya sobre el que vale la pena detenerse. La presentación completa puede consultarse en el sitio web del CED, aquí simplemente me voy a detener en algunos aspectos que considero relevantes para entender el momento que estamos viviendo. En términos generales, en cuanto a los principales indicadores para la calidad de vida de las personas, la economía está en un buen momento, aunque, como comentó Iturralde, con algunos “peros”. El nivel de empleo es muy bueno, ya no solo estamos recuperando el nivel prepandemia sino camino a recuperar el Estadio Centenario de puestos de trabajo destruidos en el lustro anterior. 1.711.000 personas se encuentran trabajando, una cifra récord, a lo que se suma la recuperación del salario real que lleva a que el gobierno cumpla su compromiso antes de lo previsto. La reducción de la inflación, más acelerada y acentuada de la prevista, es otra muy buena noticia. Es más, debe llevar a estar atentos a los acuerdos a los que se arribe en los consejos de salarios, que no deberían superar las pautas propuestas por el Poder Ejecutivo para no comprometer los niveles de empleo. Una gráfica muy interesante presentada en el desayuno mostró con claridad cómo en los períodos en que el crecimiento de la productividad del trabajo fue superior al del salario real -como ocurrió desde la salida de la crisis de 2002 a 2014- se crearon empleo, mientras que cuando el incremento del salario real fue superior a de la productividad del trabajo -como aconteció desde 2015 a 2019- se destruyeron puestos de trabajo. La baja abrupta de la inflación abre la pregunta respecto a si las pautas salariales no quedaron largas, más aún en un contexto que debe aprovecharse para lograr una reducción estructural de la inflación para dejar atrás el 8% que arrastramos durante demasiado tiempo para pasar a una inflación presentable a nivel internacional en torno al 3%. Muchos empresarios y analistas están preocupados con razón por uno de los problemas que efectivamente tiene la economía, el atraso cambiario. Es indudable que el fenómeno existe, pero en general se erra en el diagnóstico y las propuestas. Si no se tiene presente que la mayor parte del fenómeno de encarecimiento relativo de nuestra economía se debe a factores más estructurales que coyunturales, como el importante aumento de nivel de las exportaciones de bienes, la revolución silenciosa de las exportaciones de servicios y el récord de recepción de inversión extranjera directa estaremos errando el bizcochazo. La política de tasas de interés del BCU tiene muy poco impacto y ha generado un debate inconducente, cuando, de hecho, venimos teniendo una de las reversiones de incremento de tasas de interés más rápidas del mundo. En todo caso, cuando se mira la masa salarial y el consumo, verbigracia, vemos que estamos en un buen momento, no exento de problemas reales como el atraso cambiario. Los principales desafíos siguen estando en el largo plazo, ya que necesitamos imperiosamente alcanzar una tasa de crecimiento sustancialmente mayor a la que tenemos para alcanzar el nivel de desarrollo al que todos aspiramos.