Columnas de Opinión

Diario El País Uruguay

Hernán
Bonilla

Presidente y fundador

Idealismo y pragmatismo

28/11/2023

Las idas y vueltas que se vienen dando en el armado del gabinete del presidente electo de la República Argentina son una demostración, por cierto, de las dificultades que tienen este tipo de procesos, máxime cuando existe tan poco tiempo como el que marca la Constitución del país vecino. Varios temas se superponen, pero hay uno sobre el que vale la pena especialmente discutir: ¿cuánto del idealismo teórico que caracterizó los discursos de campaña llegará a ser implementado desde el gobierno? ¿Cuánto pragmatismo es sano sin abandonar los postulados por los que la gente lo eligió? Uno de los rasgos salientes de la campaña de Javier Milei fue sin dudas las ideas liberales (o libertarias) que planteó. Desde la propuesta de eliminar el Banco Central a la de cortar el gasto público con una motosierra ejemplificando qué ministerios eliminaría, podemos apreciar que no era un candidato promedio. Si a eso le sumamos que levantaba ovaciones de distintos auditorios al explicar la teoría austríaca del ciclo económico o al citar a Hayek o a Rothbard, le agregamos más misterio aún a su éxito electoral. Parte de la explicación puede ser que muchos de sus votantes no son anarco-capitalistas ni liberales-libertarios. Simplemente votaron en octubre por el candidato más alejado del kirchnerismo y en la segunda vuelta un grupo aún más amplio decidió darle la espalda a un gobierno que más allá de toda duda razonable terminó en un fracaso estrepitoso. “Somos el cambio o no somos nada” y “Bullrich y Milei son las dos opciones del cambio” expresó el expresidente Mauricio Macri resumiendo el asunto. Luego de conocido el resultado de la segunda vuelta electoral todas las señales que viene dando Milei son de moderación, pero sin dejar de tener mensajes claros. “La dolarización no se negocia” y “No hay plata” sin dos buenos ejemplos. Los ministros que se vienen conociendo, así como los que se han bajado, dan cuenta de que el par-tido de Macri tendrá representantes en cargos claves, con una visión liberal de la economía pero mucho más prag-mática de la que tuvo Milei en la campaña. Un porcentaje altísimo del éxito de la nueva administración se juega en poder aprobar un ajuste fiscal brutal en los primeros meses de gestión. La dolarización, aparentemente, quedará para más adelante, algo que parece sensato. El asunto, entonces, es cómo lograr manejar las expectativas. Entre la sencillez con que planteaba hace unos meses que se reduce el gasto público o se dolariza una economía y la realidad media un abismo. Lo que no quiere decir que pueda deshacerse apelando al pragmatismo de todos sus compromisos. Suele atribuirse a Carlos Menem la frase de que si la gente hubiera sabido lo que iba a hacer no lo hubieran votado. En el caso de Milei la situación es distinta; buena parte de lo más difícil de digerir lo manifestó con claridad en la campaña y la gente lo votó, quizá cansada de las promesas vacías y calcadas que se presentaron elección tras elección con los mismos malos resultados. Entre mantener sus compromisos y transar con la realidad sin desbalancearse está la llave para que al nuevo gobierno le vaya bien. Los pasos que ha dado el presidente electo hacen que podamos ser un poco más optimistas que antes del 19 de noviembre.