Columnas de Opinión

Diario El País Uruguay

Hernán
Bonilla

Presidente y fundador

¿Quién ganó?

14/11/2022

Los resultados de las elecciones de mitad de período en Estados Unidos fueron diferentes a lo que vaticinaban la mayoría de las encuestas. Al momento de escribir este artículo los demócratas se aseguraron la mayoría del Senado y los republicanos se encaminan a alcanzar la mayoría de la cámara baja, lo que no cambia radicalmente el mapa político norteamericano, aunque puede frenar alguna iniciativa del Poder Ejecutivo. A pesar de que el escenario político no cambió mucho a simple vista, las consecuencias pueden no ser tan inocuas. La “ola roja” que vaticinaban los republicanos nunca llegó, lo que termina volviéndoseles un bumerang. La campaña basada en el desastroso gobierno de Biden que tendría una gran condena en las urnas hoy parece haber sido una mala decisión y, a juzgar por los resultados, se podría afirmar que la evaluación del actual presidente no es tan mala. La respuesta a esta pregunta es un tanto compleja. La situación económica, especialmente la elevada inflación, jugó en contra del gobierno, pero otros temas que se colaron en la campaña, en particular el aborto, a partir de la resolución de la Suprema Corte que cambió el panorama vigente en el último medio siglo, parecen haberle jugado a favor. Más allá de que la decisión de la Corte puede ser esencialmente compartible, su impacto político en algunos estados puede haber sido importante. A esto se suma que la dinámica en que entró el Partido Republicano a partir del dominio de Donald Trump demostró sus límites y, quizá, como puede acercarse a su desenlace. En muchos estados los candidatos que llevaron los republicanos fueron trumpistas que ganaron sus internas pero resultaron muy débiles frente a demócratas de cuño más tradicional. En efecto, la lealtad que exige el expresidente llevó a varios de esos candidatos a desconocer -sin fundamentos- el resultado de la última elección presidencial con consecuencias perniciosas. Teniendo en cuenta estos elementos, no parece exagerado afirmar que el gran derrotado fue Donald Trump y su estrategia, que incluso puede llevarlo a adelantar su anuncio de presentarse a las próximas elecciones un síntoma de debilidad adicional. Pero no todas fueron malas noticias para los republicanos; el gobernador de Florida Ron DeSantis ganó por paliza su reelección y se posiciona como el gran rival de Trump en la interna republicana para definir al candidato presidencial para 2024. DeSantis puede devolver al Partido Republicano a sus posiciones más tradicionales en las últimas décadas, lo que tendría un impacto político positivo, acercando nuevamente a los votantes espantados por el populismo, el proteccionismo y el desprecio a la democracia que demostró Trump. Los demócratas llegarán a esa elección con un presidente mal evaluado y con algunos síntomas de que los años no le han pasado en vano. Desde el Congreso su agenda parece lejana a las preocupaciones del votante mediano, atendiendo temas de nicho de moda, lo que no es un buen síntoma para sus aspiraciones de retener la Casa Blanca. En definitiva, si las ideas esbozadas hasta aquí van encaminadas correctamente, pese al mal resultado de la semana pasada, los republicanos pueden haber ganado si sirvió para sustituir a Trump por DeSantis y, finalmente, encuentran un nuevo Ronald que los lleve a una victoria contundente.