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Hernán
BonillaPresidente y fundador
Verdes y maduras
15/07/2025
La acumulación de anuncios y medidas en materia económica permite elaborar algunas conjeturas sobre la política económica al inicio del actual periodo de gobierno. Existen algunas medidas positivas, otras tantas negativas y varias señales preocupantes. Comencemos por las noticias positivas. Algunas de las medidas tomadas para paliar la situación que enfrenta el comercio fronterizo son acertadas, aunque resta conocer la reglamentación específica que hará que sea aplicable o quede en letra muerta. También van en el sentido correcto las medidas anunciadas la semana pasada en materia de simplificación de trámites y eliminación de algunos costos para el comercio exterior, aunque su materialidad es escasa. Si es el comienzo de una serie de iniciativas tomando como ejemplo lo que viene haciendo Federico Sturzenegger en Argentina -recientemente elogiado por el ministro Oddone- será bienvenido y relevante, si se queda en lo recientemente anunciado el impacto será menor. Por el lado de las noticias negativas ciertamente el anuncio de las pautas salariales es el más concreto y el peor. Es un claro triunfo del ministro Castillo sobre el ministro Oddone, de pautas más propias del Pit-Cnt que del astorismo y del voluntarismo sobre la realidad que vive el país. La anunciada desindexación brilla por su ausencia, ya que solo quedó para el 5% de los trabajadores, aquellos que ganan más de $ 165. 229, un mero saludo a la bandera ya que en esos niveles de salarios suelen fijarse por fuera de las pautas. Para entreverar un poco la baraja se establece esta franja de nulo impacto real, lo que viene a confirmar que las pautas con aumentos reales más altos en los salarios más bajos, sin ninguna discriminación por sector de actividad, dinamismo o geografía son las de Castillo. El camino a la destrucción de empleo está abierto. A eso se suman incrementos del gasto público de ninguna utilidad pública que van a la cuenta de lo que deberá financiarse en el presupuesto. La compra de una estancia de lujo para el Instituto Nacional de Colonización o los insólitos incrementos salariales anunciados en ASSE son preocupantes porque, notoriamente, están escapando a los controles del Ministerio de Economía. Si realmente existe preocupación por la situación fiscal no se entienden estas medias que sumadas a algunos compromisos de campaña, como un nuevo bono escolar que ya se está anunciando que se comienza a pagar, hacen difícil que se pueda cuadrar el círculo en el presupuesto. Por otro lado, existen discusiones que generan preocupación en distintos ámbitos que también son negativas. La discusión permanente sobre cambiar los incentivos para la inversión privada que se realiza a través de la Comap ha generado un razonable nerviosismo en varios sectores de actividad que pueden apurar alguna inversión, pero más a mediano plazo están poniendo el freno. Otra discusión inconducente es la de quienes en el partido de gobierno quieren poner nuevos impuestos para recaudar más, algo que a todas luces el país no soporta y es innecesario para asignar gasto a aquellas prioridades que se elijan dadas las grandes oportunidades de reasignación que existen. El presupuesto nacional -el que se envíe y el que apruebe el Parlamento- terminará de dar cuenta del rumbo que tomará la política económica en los próximos años.