Columnas de Opinión

Diario El País Uruguay

Agustín
Iturralde

Director Ejecutivo

Ni victorias, ni derrotas definitivas

09/09/2022

Los grandes acuerdos sí, pero los grandes acuerdos los vamos a poner nosotros, y los demás deberán sumarse (…) nosotros los que no somos de derecha. Porque que quede clarito, si no vamos a empezar a dar vueltas, (…) nosotros vamos a poner los grandes temas, ¿por qué? Porque representamos a la gente. Los que ganamos representamos a la gente”. Esto decía Daniel Stingo, del Frente Amplio chileno una semana después de que hubiera sido electa una asamblea constituyente que le otorgó una mayoría muy clara a la izquierda en Chile. Créanme que este párrafo no hace justicia a la brutal arrogancia de esta persona; en el video es mayor la prepotencia y superioridad moral con la que explica su victoria final. Si hay que buscar una sola explicación a la derrota de los “representantes de la gente” es esto. Repasemos brevemente los últimos dos años electorales en Chile. En octubre de 2020 el 78% de los chilenos dijo que quería una nueva constitución. En mayo de 2021 se eligió la Asamblea Constituyente, encargada de redactarla. Allí fue que la izquierda, en sus muy diversas variantes, obtuvo una victoria abrumadora con más de dos tercios del órgano. Entonces nuestro amigo Daniel Stingo, y muchos otros creyeron que la correlación de fuerzas había tenido un brutal cambio que permitía refundar Chile sin consultar en nada a los que no pensaban como ellos. Pero ya habían sido advertidos de que la realidad era más compleja y que no parecía razonable despreciar así a los otros. En la primera vuelta presidencial, en noviembre de 2022, los tres candidatos que no eran de izquierda sumaron más del 52% de los votos. Ciertamente un mes después la izquierda volvió a ganar y el actual presidente Gabriel Boric triunfó cómodamente en un balotaje contra un candidato muy corrido a la derecha como era Juan Antonio Kast. Finalmente el pasado domingo se cerraron dos años muy electorales con una derrota brutal para la nueva constitución. ¿Qué pasó? Según Cristian Valdivieso, director de la organización chilena Criteria, ni Chile se derechiza con Piñera, ni se izquierdiza con Boric, ni se volvió a derechizar el domingo. La gente es mucho más pragmática que ideológica. Creo que es un análisis simple y sensato. Creer que las personas están apoyando una gran agenda ideológica refundacional no se sostiene en casi ningún país. El centro y el sentido común siguen siendo el eje a conquistar. Para cerrar quiero compartir tres ideas que creo dejan estos resultados “contradictorios”. Primero, son notorios los problemas de representación del sistema político chileno. Implotaron las coaliciones de centro derecha y centro izquierda y fueron reemplazadas por nuevos actores que muchas veces quieren refundar todo. Atención para todos los políticos que creen tener la “vaca atada”. Segundo, la voluntad de cambio per se no alcanza para nada. El gran desafío es institucionalizar y canalizar ese descontento en políticas públicas. La protesta, el caos y la violencia sostenidos en el tiempo solo son simpáticos para un grupo de privilegiados sobreideologizados. Tercero y último: humildad. La gran lección del domingo para cualquiera que se ve bendecido temporalmente por el apoyo ciudadano es ser humilde. Ninguna victoria es definitiva, siempre están a prueba.